¿Qué altitud tiene ahora?, preguntó Yaneth Molina, controladora aérea del aeropuerto de Rionegro, minutos más tarde de que el piloto del vuelo 2933 de Lamia se reportara en falla eléctrica total. En todo momento, el piloto Miguel Alejandro Quiroga solicito prioridad para el desembarque, ya que además el combustible se les estaba por acabar de manera intempestiva y lo que pedía de manera energética era poder dar curso final a su aproximación para el aterrizaje.
Eran las 9:57 de la noche del lunes 28 de noviembre, y nadie respondió. Dos minutos más tarde el avión en el que viajaban 77 pasajeros provenientes de Santa Cruz de la Sierra, Bolivia, se estrelló contra el cerro Gordo, en el municipio La Unión, Antioquia. En el accidente murieron 71 pasajeros y solo hubieron seis supervivientes, entre ellos la plantilla del equipo de fútbol Chapecoense, de Brasil.
El Club Chapecoense de Brasil se dirigía a Medellín para jugar el 30 de Noviembre la final de la Copa Sudamericana, contra el Atlético Nacional, sin pensar que literalmente, aquella final seria la última de sus vidas. Un sueño que terminaría en tragedia y que pondría de luto al mundo del fútbol con una noticia desgarradora, el avión del Chapecoense había caído y solo tres futbolistas de la delegación brasileña habían podido sobrevivir, estos eran: los defensas Alan Ruschel, Helio Neto y el arquero Jakson Follmann. El siniestro tuvo como diagnostico una falla humana y perdida total de combustible, lo que hizo que los tres motores dejen de funcionar y todas las luces del avión se apagaran, dándole un desenlace terrorífico a toda la tripulación.
Esta es la transcripción de los últimos segundos:
Capitán Lamia, Miguel Alejandro Quiroga: Señorita, línea Lima Mai está en falla total. Eléctrica total, sin combustible.
Controladora: pista libre y operando por alerta de nave… Bomberos alertados
Copiloto: vectores, decile.
Capitán Lamia: ¡Vectores señorita, vectores a la pista!
Controladora: la señal radar se activa. No lo tengo notificado. Verifique rumbo ahora.
Capitán Lamia: estamos con rumbo 360, 360.
Controladora: con rumbo, vire por la izquierda 010. Procedería al localizador del vor de Rionegro, una milla adelante del vor. Usted se encuentra… correcto… le confirmo, por la izquierda con rumbo 350.
Capitán Lamia: izquierda 350, señorita.
Controladora: sí, correcto, usted está a 0, 1 millas del vor de Rionegro… ¡No lo tengo con la altitud, Lima Mai India!
Capitán Lamia: nueve mil pies, señorita… ¡Vectores, vectores!
Controladora: usted está a 8.2 millas de la pista… ¿Qué altitud tiene ahora?
Controlador 2: ya no contesta…
Controlador 3: ¿ya se estalló?... ahí ya cayó…
Controladora: Lima Mai ¿Posición?
Contolador 3: ya… ya cayó
Fueron las últimas desgarradoras palabras que evidenciarían la magnitud del accidente y pondrían al mundo entero susceptible. Luego de esto, el Atlético Nacional organizaría un homenaje al Club Chapeconense de Futebol en el Estadio Atanasio Girardot, copando la capacidad del recinto deportivo en un minuto de silencio para el recuerdo, donde se podia por todas las victimas del siniestro aéreo, luego en club Colombiano le pediría a la FIFA darle la Copa al club brasileño, como medida de solidaridad y honra a todos los fallecidos en el accidente aéreo.
Existen muchas cosas que la vida nos quita sin explicación y ningún tipo de remordimiento, por ello, cada minuto que pasa es importante que lo disfrutemos al máximo, haciendo lo que mejor sabemos y mas nos gusta hacer. Nadie sabe que pasara mañana, las cosas suceden porque tienen que suceder, parece ser la respuesta que nos da la vida.
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